TERAPIA INDIVIDUAL
Consiste en un proceso de diálogo entre el cliente y el terapeuta que permite explorar de que manera se interpreta y se reacciona ante situaciones o relaciones que generan estrés. Es un medio para observar cómo las emociones, los sentimientos, los pensamientos, las creencias y las acciones limitan o ayudan en el bienestar de uno mismo. El objetivo de la terapia individual es recuperar la propia autonomía y responsabilidad a través de la autoayuda.
La función del terapeuta no es resolver los problemas del cliente sino acompañarlo en su proceso de " darse cuenta " , y ofrecerle herramientas que le permitan gestionar sus necesidades para conseguir una mejor calidad de vida.
TERAPIA DE PAREJA
Desde Aidam ofrecemos un espacio para la atención a las parejas. La pareja la entendemos como un vínculo entre dos personas que deciden tener un proyecto de vida común. Este proyecto pasa por altos y bajos a lo largo del tiempo, incluso llegando a momentos en que nos cuestionamos su continuidad. En la mayoría de casos, cuando una pareja toma la decisión de acudir a terapia es porque ve peligrar seriamente el futuro de la relación.
La terapia intenta dotar a los integrantes de la pareja de herramientas para que puedan generar cambios en la relación. Herramientas para la gestión de los conflictos, la comunicación, la actualización de los roles o la gestión de las emociones. Todo ello orientado a que puedan encarar el futuro y afrontar los cambios que se dan con el paso del tiempo de una manera más harmoniosa y amorosa.
El trabajo es totalmente adaptado a las necesidades de la pareja, ya que no es lo mismo la problemática que podemos encontrar en una pareja que se acaba de formar y que está empezando a sentar las bases de cómo va a ser su relación, que la que encontraremos en unos recién casados, en una pareja que ha tenido hijos, en una que no los puede tener, en otra que los hijos marchan de casa o en una que sus miembros llegan a la jubilación o la que llega a la vejez.
Nuestro modo de trabajo con la pareja combina el enfoque sistémico, donde se considera a la pareja como un sistema vivo que avanza, evoluciona y se relaciona con su entorno, con la visión gestáltica, donde intentamos que cada uno de los componentes tome conciencia de sus necesidades y de cómo se relaciona con el otro, qué aporta y qué recibe de la relación.
Las sesiones se plantean alternando las sesiones de terapia en la que acuden ambos componentes de la pareja con las sesiones individuales. En las primeras se prioriza más el aspecto relacional mientras que en las segundas se trabaja sobre todo la motivación, las necesidades, o expectativas de cada miembro.
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TERAPIA FAMILIAR
Madres y padres me explican cómo actúan sus hijos “Mi hija siempre se comporta mal”, “por celos se riñen y pegan”, “se niega a comer vomita y escupe”, “es muy desobediente y siempre acabo chillándole”, “pega y tira las cosas cuando no se sale con la suya”, “duerme fatal y estoy desesperada”, “se pasa el día enganchada a mi”, “muerde a todos sus compañeros”, “se hace caca encima”, etc.
Ante estas conductas preocupantes para los padres, suelen ponerse en contacto conmigo con el objetivo que con la terapia u orientación sus hijos se vuelvan más obedientes, colaboradores, aprendan a comer, atiendan normas, no peguen o muerdan a sus hermanos, etc. Y así los padres puedan respirar con más tranquilidad y con ello tal vez encontrar la paz que no tienen (ni los padres ni los hijos).
Pero esta conducta “difícil” o “rebelde” del niño yo no la veo como un trastorno o como algo a tratar únicamente en el niño o niña, sino que la interpreto como una manera de responder a un estilo educativo, a una actitud y una manera de hacer determinada por parte de los padres.
Por este motivo en Aidam Terapia nos centramos en orientar, asesorar, guiar a los padres principales para que puedan ayudar a sus hijos a crecer sintiéndose queridos, protegidos, alentados y validados. Que en definitiva, es el deseo de todos los padres del mundo, ¿no?
Los padres van descubriendo cómo se relacionan con sus hijos, cómo les piden las cosas (o no se las piden), cómo ponen las normas (o no), qué sienten ante determinadas conductas, cómo reaccionan ante sus malas conductas, cómo valoran (o no) otros aspectos, cómo ejercen su autoridad (o no), etc...
Todo este trabajo les ofrece una valiosa información que se va trasformando en una actitud educativa diferente cuyos resultados se recogen de forma eficaz (y en ocasiones muy rápida) en la conducta de los hijos o alumnos.
La madre de un niño de 3 años me dijo “- de golpe ha dejado de llamar la atención ante las visitas. Ya no patalea, ni arma ningún escándalo cuando yo estoy hablando con mi vecina. - ¿Qué ha cambiado? – Mi forma de actuar ante sus escenas, ya no me enfado, no le amenazo, ni le riño. Simplemente actúo como he ido aprendiendo y parece que a mi hijo le está sentando muy bien. Ahora apenas nos enfadamos.
Aunque todos soñamos con soluciones rápidas y definitivas en la educación de los niños la cosa no funciona exactamente así. Las soluciones mágicas no existen. Pero de padres y psicoterapeutas con ganas de implicarse, de conocer otras maneras de hacer y actuar y que den pequeños cambios de actitud se ven hijos más seguros, colaboradores, autónomos y felices. Y este es un camino que a la larga (y a la corta) compensa de verdad.
TERAPIA DE GRUPO
El mundo que nos rodea está hecho de relaciones, por lo que la terapia de grupo nos permite vivenciar las capacidades y las dificultades de relación con los demás y darnos cuenta de qué vínculos establecemos con las personas.
El grupo ofrece la posibilidad de descubrir cómo piensan y sienten las otras personas, pero también uno mismo, y fomenta un despertar de la conciencia más amplio.
Los miembros del grupo intentan expresar de la manera más libre y honesta que puedan sus dificultades, sentimientos, ideas y reacciones. Cuanto más compromiso se establece con el grupo, más resultados se obtienen.
La terapia de grupo puede ayudar a:
- Aumentar el autoconocimiento y la autoestima
- Desarrollar la conciencia y la educación emocional
- Descubrir patrones positivos y efectivos para relacionarse con otras personas
- Recibir apoyo al compartir problemas comunes
- Aprender a aplicar los nuevos aprendizajes fuera del grupo
En las primeras dinámicas grupales es normal que uno se sienta incómodo, porque la confianza y el interés surgen poco a poco. El objetivo de este tipo de terapia es sentirse a gusto con el grupo y que éste represente un lugar privado y confidencial en el que podamos compartir y aprender con los demás.