Trabajo en sueños desde una perspectiva junguiana

Desde hace años los sueños son un complemento de gran valor dentro de nuestro hacer diario. Nos declaramos profundos seguidores del trabajo terapéutico con sueños y nos seguimos sorprendiendo de los cambios que se pueden producir a través de ellos. Trabajando sueños, la persona se puede dar cuenta de que está ocurriendo en su vida de una manera muy fácil, sutil y a la vez muy impactante.

Durante los periodos que soñamos estamos prácticamente desconectados del mudo exterior. Es pues, el sueño, un reflejo de nuestro mundo interno (recuerdos, anhelos, angustias, emociones, proyectos…) Todas las imágenes, situaciones, personajes o escenarios tienen un significado interno.

El contacto con ese mundo interno y sus significados facilita la construcción de una especie de mapa, una fotografía de lo que la persona está viviendo en ese periodo de su vida.

Los sueños se nos muestran como símbolos y es a través de ese lenguaje simbólico con el que trabajamos. Un lenguaje sutil y con significado únicamente para el soñante. Nuestro trabajo como terapeutas es el de acompañar al cliente en que vaya dando sentido a lo soñado. Que la persona pueda tomar conciencia de que significa eso en su vida y de qué manera le afecta.

Todo este trabajo lo hacemos siempre desde lo vivencial, más allá de lo interpretativo o intelectual y con el máximo respeto y tacto, ya que los sueños son un material íntimo y personal que merece el mayor de nuestros cuidados.

La Interpretación de los Sueños en la Psicología Junguiana

La psicología junguiana considera los sueños como una manifestación del inconsciente colectivo, una fuente de sabiduría intrínseca que se expresa a través de imágenes simbólicas.

Según Carl Gustav Jung, los sueños no son meras expresiones de deseos reprimidos, como proponía Freud, sino que contienen arquetipos universales que reflejan experiencias y mitos compartidos por toda la humanidad. Estos arquetipos, como el héroe, la sombra y el anciano sabio, emergen en nuestros sueños para ayudarnos a comprender y resolver conflictos internos, facilitando así el proceso de individuación.

Jung argumentaba que los sueños tienen una función compensatoria, equilibrando los aspectos conscientes e inconscientes de la psique. Por ejemplo, si una persona está demasiado enfocada en su vida profesional, podría soñar con situaciones que le recuerden la importancia de su vida personal y emocional. De esta manera, los sueños actúan como guías internas, proporcionando insights valiosos para nuestro crecimiento personal y espiritual.